Michel Temer el que quiere el poder en Brasil
Michel Miguel Elias Temer Lulia nació en 1940 y creció en una chacra del interior
paulista como el menor de ocho hermanos de una familia de inmigrantes libaneses
católicos llegados a Brasil 15 años antes.
Cuando Dilma Rousseff
recibió en diciembre el primer golpe del impeachment, Michel Temer se destapó
con una carta de despecho donde se quejaba de ser un "vicepresidente
decorativo": después de tres décadas en la sala de máquinas del
poder, este glacial abogado ya no quiere las sombras, quiere gobernar Brasil.
Se hará con los mandos hasta 2018 si
Rousseff no sobrevive al juicio político que este domingo se aprobo en un
Parlamento en rebeldía. Especialmente después de que él mismo gestionara el
desembarque de su decisivo partido -el centrista PMDB- de un gobierno al que
llegó como número dos y del que se convirtió en verdugo.
A los 75 años, este
estratega de andar erguido y aire distante lleva meses coqueteando con un
protagonismo que siempre le rehuyó. Pero tras sobrevivir casi 30 años en los
envenenados pasillos de Brasilia, supo dosificar las señales de que su
matrimonio de conveniencia con Rousseff ya no le convenía.
Incluso con su jaque a la reina surtiendo
efecto, Temer siguió trabajando entre bambalinas, aunque consciente de que
ahora los focos le buscaban a él.
Poeta en la sombra
Temer
sorprendió el mes pasado al avanzar con una contundencia inédita que su partido iba
a romper la coalición de gobierno, antes de apartarse él mismo de la presidencia
del PMDB, para calcular desde Sao Paulo sus últimos pasos hacia el Palacio de
Planalto.
No se esperaba de
alguien conocido por su templanza un enfrentamiento tan directo, como tampoco
era fácil imaginar que este discreto político se
desnudara en un libro de poesía o que a los 75 sume tres matrimonios, cinco
hijos nacidos en cuatro décadas, y que comparta su vida con una exconcursante
de certámenes de belleza 43 años más joven.
Michel Miguel Elias Temer Lulia nació en
1940 y creció en una chacra del interior paulista como el menor de ocho
hermanos de una familia de inmigrantes libaneses católicos llegados a Brasil 15
años antes.
En la capital económica
del país se convirtió
en un prestigioso abogado constitucionalista -es autor de una obra de
referencia que ha vendido más de 200.000 ejemplares- e inició la carrera que lo
llevó a ser tres veces presidente de la Cámara de Diputados durante sus seis
mandatos como legislador del PMDB.
Su distancia siempre le apartó de los
brasileños, que en un 58% desean su salida a través de uno de los pedidos de
juicio político en su contra que están llegando al Parlamento, mientras un 60% prefiere su renuncia,
según un sondeo de Datafolha.
"Dicen que tengo
que cambiar mis maneras, que soy demasiado ceremonioso. ¿Pero cómo? Siento envidia
de quien hace bromas. Yo no sé hacer eso", contó a la revista Piauí en
2010.
El naufragio
La protección de
los bastidores, sin embargo, no impidió a Temer verse salpicado
por el megaescándalo de corrupción en Petrobras.
En su explosiva
delación premiada que tiene a Brasilia en llamas, el senador
oficialista Delcidio Amaral afirmó que el líder del PMDB nombró directamente a
dos de los directivos de la petrolera estatal condenados por el fraude y piezas
clave del expolio.
Aunque su
nombre ya había aparecido en otras confesiones, la Justicia nunca ha
presentado cargos contra Temer, que niega cualquier relación con el asunto.
Al mismo tiempo, el
Tribunal Superior Electoral (TSE) investiga su
candidatura junto a Rousseff, por supuesta utilización del dinero del
esquema corrupto en la campaña electoral de 2014.
Pese a que por ahora es
poco probable, un fallo del
TSE en su contra podría hundirles juntos.
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